Han sido días interesantes para el desarrollo del proyecto. Por un lado, después de esperar 9 años pudimos ver cómo estaba construido realmente el piso de los tranvías Brill de 7 ventanas, de los cuales no teníamos registros fotográficos internos, ni menos planimétricos.
Por el otro, lamentablemente, el estado del piso no es el que esperábamos, y ello nos obliga a replantear el proyecto por completo pues entendemos que al reconstruirlo, tendremos que respetar la materialidad con el que se encontraba fabricado originalmente, y ello necesariamente nos lleva a utilizar vigas de roble, que son bastante caras.
En líneas generales, el piso confirma el estado de los tranvías Brill de 7 ventanas en los últimos años de operación: tablones con orificios, altamente desgastados tanto en su lado superior como inferior, planchas antideslizantes casi inexistentes, entre otros. Lo anterior concuerda con las fotografías exteriores que tenemos de estos equipos durante la década de 1950, que los muestra generalmente en malas condiciones, con ausencia de piezas originales, chocados, en síntesis, esperando la muerte natural por falta de mantención.
Pero no todo es malo. Nuestro arquitecto Daniel Ahumada Blamey –quien también está encargado de supervisar el proceso de restauración- ha podido realizar un levantamiento completo del piso, el que servirá tanto para reconstruirlo, como para utilizarlo en el tranvía 782
Si consideramos que nuestro objetivo es que el tranvía 757 vuelva a circular por las calles, necesariamente tendremos que reconstruir todo el piso, y con ello, limpiar y tratar exhaustivamente todo el chasis.
El desafío será ahora encontrar tablones de roble con los espesores y largos requeridos.
Equipo de trabajo