Paralelamente al trabajo realizado en el chasis, comenzó la búsqueda de una barraca que pudiera ofrecernos vigas de roble de características adecuadas, a fin de reconstruir completamente el piso del tranvía, siguiendo de cerca el levantamiento del piso original, y respetando así la materialidad del conjunto.
Revisadas las maderas en bruto, se solicitaron a la barraca un total de 45 tablones machihembrados de distintas medidas según las dimensiones originales, con el fin que durante la instalación de cada uno de ellos en el interior del carro, se determine el mejor uso que pueda darse a cada pieza.
En una primera instancia los tablones quedaron un par de milímetros más anchos, lo que conllevó a que el machihembrado tuviera que ser rebajado por la barraca hasta lograr la medida solicitada.
Adicionalmente se fabricaron las varillas antideslizantes -también de roble- que irán ubicadas como pisaderas de cada asiento, respetando con ello el diseño encontrado en el carro, correspondiente a la última fase de operación a cargo de la Empresa de Transportes Colectivos del Estado.
Equipo 757.