Hemos comenzado a reconstruir el piso del tranvía 757 siguiendo el levantamiento planimétrico realizado con anterioridad, tal como lo comentábamos en las entradas anteriores.
La reconstrucción del piso ha requerido como paso previo, el tratamiento de toda la estructura del chasis, a fin de remover los óxidos, evitando que ello pueda afectar en el mediano y largo plazo los materiales que se están renovando.
Los desafíos en esta parte del proceso han sido varios: primero, se detectó una deformación en la parte delantera del carro, derivada probablemente de un choque sufrido por el equipo en sus años de servicio. Este choque deformó (sin fractura) especialmente una de las estructuras del chasis, lo que generaba un descuadre de las vigas longitudinales de roble, cuestión que afectaría todo el armado. Por ello, nuestro ingeniero sugirió devolver dicha viga a su posición original (o lo más cercano a ella), mediante trabajo en caliente, proceso que permite una deformación plástica adecuada para reposicionar la pieza y que fue realizada finalmente con éxito.
También se requirió reconstruir algunas piezas de soporte de madera y reponer dos vigas metálicas omegas que ya habían sido dañadas por el proceso de corrosión.
Con ello las labores en el armado del piso ya se encuentran avanzadas, y se espera que a fines de julio se encuentre reconstruida completamente la base. Luego, en los primeros días de agosto, se espera comenzar con el trabajo de reposición de varillas y de planchas antideslizantes, para terminar esta etapa con la restauración y replicación de las tapas de inspección.
Equipo 757
Estimados señores:
Me parece maravilloso y abnegado el trabajo que ustedes realizan. Tenía la impresión de que había sido abandonado, ante las enormes dificultades que han enfrentado.
Es increible que se hayan abandonado los tranvías en la forma en que ocurrió en Chile. En países adelantados europeos se cuida muchísimo el patrimonio tranviario, además de que muchísimas ciudades conservan con orgullo sus sistema tranviario, como Portugal y Bélgica, en que vemos bellos tranvías antiguos junto a modernos.
Bien por ustedes. Merecen toda la admiración de los ciudadanos que estiman y aman el poquísimo patrimonio que resta de esta ciudad.